Hoy, hace 40 años (el 23 de febrero de 1981), Tejero, un teniente coronel de la guardia civil, entró en el Palacio de Congresos pegando tiros y gritando a todos los diputados que se tiraran al suelo.
Él y algunos compañeros suyos tuvieron secuestrados a todos durante 17 horas.
Después todo el mundo en España se encerró en sus casas, con mucho miedo porque fuera había tanques vigilando que nadie saliera.
Lo que Tejero quería era hacerse con el mando del país amenazándolos, con violencia. Menos mal que nadie le hizo caso y el anterior Rey (Juan Carlos I), con ayuda de todos los ciudadanos, le pararon los pies.
Este día nos recuerda que todos juntos somos más fuertes que uno solo, y que la democracia es muy valiosa.
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