Wangari Maathai fue una activista, y una mujer también muy importante de Kenia porque a pesar de que el gobierno se lo ponía difícil, ella consiguió repoblar la vegetación que talaron.
A Wangari le dieron un Nobel de la Paz en el 2004.
Wangari era una niña que disfrutaba al oír a los pájaros cantar, también ayudar a su madre a traer leña del bosque cada mañana.
Cuando Wangari creció un poco se fue a estudiar a EEUU (Estados Unidos) porque ganó una beca.
Al volver, encontró que no había árboles ni se escuchaban los pájaros cantar.
Ella se preguntó:
- ¿Pero qué ha pasado?
Se enteró de que habían talado casi todos los árboles de su aldea para hacer una ciudad. Wangari supo que tenía que hacer algo.
Hizo una reunión con sus amigas y dijo que tenían que plantar como 3 millones de árboles, sus amigas le dijeron que estaba loca, pero le ayudaron igual.
Al plantar una buena cantidad de árboles Wangari pagó a las mujeres que la ayudaron a plantar árboles.
Wangari protegió a los últimos árboles viejos que quedaban pero el gobierno se lo impidió, le insultaron y la llevaron a la cárcel, la noticia corrió como la pólvora y todas las mujeres se pusieron a plantar más árboles.
Las mujeres viajaban hasta Kenia para plantar árboles, cuando Wangari salió de la cárcel, habían plantado varios millones. Con el tiempo llegaron a ser más de 47 millones de árboles plantados.
Wangari había conseguido su propuesta, estaba muy feliz.
A veces lo imposible, también puede ser posible si crees en lo que haces y trabajas en equipo.
Lucía Kedziora 6ºB
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